Sobre métodos

A lo largo de décadas durante el siglo XX la búsqueda del mejor método de enseñanza de un segundo idioma ha sido una constante entre lingüistas, profesores e investigadores. Sin embargo, esta larga obsesión parece que perdió protagonismo y a mediados de los 80 H.H. Stern se lamentaba de una "prolongada preocupación que ha sido improductiva y equivocada."(1)

Descartando que haya un único método que funcione eficazmente para todo tipo de alumnos y situaciones al que nos podamos adherir en nuestra práctica diaria, hoy en día se opta más por la elección de los métodos que mejor se adapten a los objetivos que buscamos, a las actividades propuestas o al tipo de alumnos con el que estemos trabajando y con la actitud que presenten en un momento determinado. A pesar de ello, las investigaciones continúan y a menudo surge un determinado tipo de ideas sobre la naturaleza del aprendizaje y la adquisición de un segundo idioma que ofrecen resultados positivos en amplios contextos.

Tal es el caso de un estudio llevado a cabo por Manuela Macedonia y Thomas Knoesche en el Instituto Max Planck de Ciencias Cognitivas y del Cerebro Humano que demuestra el impacto de la representación gestual en el aprendizaje de palabras en un idioma extranjero. Tras seis días de entrenamiento se demostró que las personas recuerdan mejor las palabras que han sido codificadas con la ayuda de gestos.

A muchos el empleo del movimiento corporal como recurso para el aprendizaje nos traerá a la memoria el método Respuesta Física Total (TPR), en mi opinión, más propicio para alumnos de primaria. Sin embargo, creo que es bueno incorporar nuevos métodos y técnicas ,como las mostradas en el presente estudio, que mediante asociaciones con actividades motóricas refuercen la memoria y la adquisición de nuevas palabras. Sólo mediante la experimentación de nuevos métodos podremos asegurar la eficacia de nuestra docencia.


(1) Stern, H.H. (1985). Review of methods that work: A smorgasboard of ideas for language teachers. Studies in Second Language Adquisition, 7, 249-251.

Releer los textos

A veces, las creencias que hemos ido construyendo a lo largo de nuestra práctica diaria sobre la naturaleza del aprendizaje y la eficacia de nuestros métodos, resultan refrendadas por voces cualificadas o, al menos, de mayor proyección profesional.

Siempre me ha gustado releer las lecturas que salpican los libros de texto de cada unidad, bajo el epígrafe "reading", pese a la incomprensión de muchos de los alumnos que al grito de: "¡Eso ya lo hemos leído!" manifiestan su poca disposición a repetir una actividad. Pues bien, esta práctica cotidiana realizada por el convencimiento que aporta la experiencia y la reflexión constante sobre la adquisición de una segunda lengua, aparece fundamentada en un artículo de Rachael Roberts en la página elt-resourceful. Así, lejos del aparente aburrimiento que puede suscitar, el alumno se beneficia de la mejora en la fluidez y el incremento en la comprensión de lo que lee; elementos que convergen directamente en la motivación y refuerzan su confianza.

En definitiva, merece la pena incluir en la planificación de las tareas una nueva lectura de textos ya vistos que sin duda mejorará la comprensión por parte de los alumnos.