Uso del idioma extranjero en el aula

¿Cómo podemos explicar los profesores de idiomas que al alcanzar el alumno la etapa secundaria, tras más de seis años de aprendizaje de una lengua extranjera, no sean capaces de evidenciar un conocimiento lingúístico que les permita actuar en dicho idioma de manera competente? Si la capacidad comunicativa del alumno se ha ido desarrollando a lo largo de esos años, por qué no muestran, en palabras de Chomsky, una actuación lingúística acorde a su nivel de adquisición. Dicho de otro modo: por qué la interferencia del español se manifiesta en la mayoría de los actos de comunicación que se llevan a cabo en la lengua extranjera. ¿Es que el nivel de interlengua que definía Selinker, no está lo suficientemente desarrollado para permitirles la comunicación?

Si consideráis que en estos días, al finalizar cualquier curso de secundaria que estéis enseñando, todavía hay un número de alumnos que son incapaces de seguir una conversación adecuada a su nivel, que desconectan de las clases porque no entienden, que no utilizan espontáneamente el idioma objeto de enseñanza o que no se esfuerzan por que dicha lengua sea la única forma de expresión, algo está fallando en el proceso de enseñanza-aprendizaje. ¿No creéis?

Enseñar idiomas con tecnología: iniciación

No concibo la enseñanza de idiomas sin el progresivo uso de las NNTT, y no me refiero a un modelo que apueste por las emergentes herramientas que la Web 2.0 nos ofrece, ya que estas a menudo sobrepasan las necesarias competencias técnicas de muchos profesores y se alejan a su vez de los conocimientos metodológicos apropiados para un uso eficiente; me refiero a la incorporación sistemática de los elementos multimedia y aparatos tecnológicos que por un lado, hacen que el aprendizaje de idiomas sea más atractivo para los alumnos y por otro, aportan una mayor progresión del mismo. Comencemos pues por apostar por las ventajas del uso de internet y el interés de la pizarra digital, variables que una vez formen parte de la instrucción cotidiana, sin duda nos llevará a otras herramientas más complejas y variadas y con las que poco a poco iremos progresando en su alcance metodológico.

A aquellos profesores que se consideran inmigrantes digitales tardíos y que se sienten tan cómodos con los métodos tradicionales de enseñanza de idiomas - utilizando audios, vídeos y los libros de texto - les invito a que fuercen un cambio progresivo incorporando alguna de las múltiples páginas que a menudo visitan en la red y a que se acostumbren al uso de la pizarra digital, para lo cual tan sólo hacen falta entre 15 y 20 horas de formación. Será entonces cuando descubran el potencial del nuevo modelo y valoren su eficacia y rendimiento.

Coméntanos cómo fueron tus inicios con la tecnología educativa. ¿Quiere comenzar pero no sabes cómo? Entre todos, con tan solo un ordenador conectado a la red y algo de tiempo que le quites a la televisión tu forma de enseñar cambiará.

Internet en la programación de aula

Una de las mayores ventajas que tiene internet es la de ser el mayor banco de recursos lingúísticos para el aula de idiomas. Con ellos, podemos aumentar la necesaria exposición de nuestros alumnos a enunciados hablados y textos escritos y, a partir de ellos, desarrollar las tareas que consideremos más adecuadas para el aprendizaje de la lengua extranjera.

Por un lado, resulta fácil encontrar recursos con un aparente potencial de aprendizaje que encajen con las necesidades e intereses de los aprendientes. Sin embargo, las complicaciones surgen a la hora de intentar integrarlos en las programaciones de aula a menudo sujetas a la cómoda secuenciación que presentan los libros de texto que suelen guiar los procesos de enseñanza habituales. Nueve unidades didácticas - tres por evaluación - más un amplio número de ejercicios paralelos ofrecidos por los libros de actividades que acompañan al texto son consideradas suficientes como material de instrucción.¿Resulta rentable para el profesor navegar durante largas horas por la red en busca del recurso más atractivo y motivador que desvíe la actuación del alumno de la rutina de los libros de texto?¿Somos capaces de diseñar tareas basadas en estos recursos al margen de los modelos propuestos por los libros de texto?¿Cómo evaluar el aprendizaje producido por el desarrollo de estas actividades?

Los nuevos entornos de aprendizaje que se forman gracias a la integración de internet en el proceso educativo exigen de los profesores nuevas formas de entender  la confección de los programas de cada curso, el equilibrio entre los libros de texto y la red y una mayor innovación en el diseño de las tareas.

Sobre el modelo de enseñanza de idiomas

Como profesor de idiomas constantemente me encuentro inmerso en la búsqueda de actuaciones tendentes a mejorar el tan evocado proceso de enseñanza-aprendizaje; la esencia de nuestro trabajo: nosotros enseñamos, ellos aprenden. Surgen así un sinfín de reflexiones que hacen de nuestra profesión una actividad dinámica, motivadora y exigente, frecuentemente fundamentadas en los problemas e inconvenientes que diariamente asoman en nuestras aulas, y que necesitan, para su resolución, de una amplia base teórica que les dote de significado y favorezca el equilibrio institucional y emocional del docente.

Llegados a este punto, se despliegan ante nosotros multitud de campos de conocimiento que a lo largo de la historia, y sobre todo en la segunda mitad del siglo XX, se han ido incorporando a la Educación como ciencia y más concretamente a la Didáctica como disciplina y que a menudo discurren ajenos a las prácticas educativas en la enseñanza de idiomas. Considero por ello indispensable, que el profesional de la enseñanza de idiomas hoy en día cuente entre su formación académica y profesional con un bagaje de conocimientos que se adentre en la psicología educacional que le sirva para trazar los contenidos claros sobre: los aspectos evolutivos del aprendiente, los problemas conductuales, las teorías del aprendizaje, los estilos de enseñanza, sus modelos y métodos; y que, finalmente, incorpore las TIC y la enseñanza asistida por ordenador como elementos de apoyo al entorno actual. De esta forma, contribuiremos a la mejora de los modelos educativos en la enseñanza de un idioma como lengua extranjera.

Integración de las TIC: un proceso de transformación.

Nos encontramos inmersos en un proceso de transformación de las aulas en entornos de aprendizaje que poco a poco van incorporando las TIC. La eficacia del proceso se sustenta en la apuesta decidida por parte de la administración, el liderazgo de los equipos directivos y la actuación del profesorado. 


En la cúspide organizativa, la administración es la encargada de diseñar los nuevos centros y de dotar a las aulas de recursos tecnológicos para uso educativo. En este sentido, el Ministerio de Educación y la Junta de Castilla y León suscribieron, con fecha 9 de noviembre de 2009, un Protocolo General de Colaboración para la aplicación del proyecto Escuela 2.0 en nuestra Comunidad, y con fecha 28 de diciembre de 2009, el consiguiente Convenio de Colaboración. Con estas actuaciones se abre a medio plazo una nueva reforma educativa. 


El eslabón que permite la inclusión de las TIC en los centros de secundaria corresponde a los equipos directivos que con un estilo de liderazgo planifique la integración de los recursos tecnológicos en el proyecto curricular y que informe a todas las asignaturas. Una tarea esta que exige tiempo ya que suele ser un proceso de transformación lento y con múltiples inconvenientes, y que demanda de los directores una formación específica adaptada a la nueva sociedad de la información.


Por último, son los profesores los encargados de incorporar las TIC a sus programaciones de aula para lo cual necesitan de un período de formación en aspectos técnicos y, posteriormente, en el entorno Web 2.0; de forma que sus conocimientos puedan ser aplicados a la transformación didáctica de cada asignatura.